La cuarta semilla, una novela de José Luis Serrano
Un apasionante relato de superación personal y empresarial.
Tan real como la historia reciente.
SINOPSIS
En 1945 un grupo de niños huérfanos surcaron Europa sin rumbo ni esperanza, escapando de la crueldad de una guerra. Sin embargo, un grupo de hombres se organizó para ayudarles y ofrecerles la que quizás fuera su última oportunidad.
Les entregaron cuatro semillas junto con un enigmático mensaje. Solo una de ellas, la cuarta, debía permanecer separada del resto. ¿Qué información encerraba aquella semilla, que casi un siglo después, pudo terminar provocando una auténtica disrupción del mercado agropecuario?
El lector descubrirá la respuesta, al tiempo que emprenderá un viaje de superación personal de la mano de Eduardo, el joven heredero de una empresa que parece destinada a desaparecer, pero que, con su empeño y creatividad, conseguirá convertirla en punta de lanza de su sector. Para ello se apalancará en la tecnología de las criptomonedas y del blockchain, desarrollando una influyente red de distribución de productos agroalimentarios, solidaria, sostenible y próspera.
Los derechos de autor del libro se destinarán íntegramente a Aldeas Infantiles.
Libro: La cuarta semilla - José Luis Serrano
Formato: 15,2 cm x 22,8 cm
Encuadernación: tapa blanda con solapas
Núm. de pág.: 316
PVP: 17,9 €
ISBN: 9788417941482
Temática: ficción moderna y
contemporánea
EL AUTOR
José Luis Serrano. Su formación y experiencia empresarial no ha sido impedimento para desarrollar una inquietud por narrar historias relacionadas con la realidad que conoce. Un baby boomer del 70 que creció en un mundo en el que lo extraño era el cambio, hoy cree que ha llegado el momento de contarlo todo y para ello se sirve de un universo propio, que conoce en profundidad y en el que se ha empleado a fondo. Hay grandes historias por contar extraídas de una cotidianidad donde la realidad siempre supera a la ficción.
El booktrailer de “La cuarta semilla”
Entrevista a José Luis Serrano, autor de La cuarta semilla
Esta es su primera novela. ¿Qué se encontrará el lector en La cuarta
semilla?
Una historia que nos habla de la realidad actual. Y creo que, para dotar a esa historia de verosimilitud, lo mejor es ponerla en relación con otros hitos
históricos, no demasiados lejanos. Una guerra mundial nos suena a tiempos
remotos, pero solo nos separan de ella un par de generaciones.
Acontecimientos de tal magnitud destruyeron muchas cosas, aunque sus
propias cenizas fueron el abono perfecto para que otras semillas germinaran.
Surgen entonces iniciativas para reinventar el mundo, nuevas organizaciones y redes para definir nuevos órdenes.
«Las propias cenizas de la Segunda Guerra Mundial fueron el abono perfecto para que otras semillas germinaran».
Son tiempos donde todo cambia…
Exacto. Esta época, carente de certidumbres, está tejida por micro revoluciones en diferentes ámbitos que crecen a razón exponencial. Asistimos sin percatarnos a caídas de estructuras tradicionales sin terminar de percibir las que nos sostendrán en un futuro. Quizás no sean estructuras rígidas sino maleables. Esta novela traza la experiencia de una familia que crece en torno al campo y que se enfrenta a este gran cambio invisible. Una crisis que no tiene nada que ver con la contundencia de las bombas sino con amenazas invisibles que ya circulan por las arterias de nuestra
sociedad.
La novela se centra en la historia de Eduardo para sacar adelante su empresa, haciendo un paralelismo con las vivencias de sus abuelos en la Segunda Guerra Mundial. ¿Por qué decidió a enlazar las dos historias?
Creo que la verdadera gravedad de un asunto se percibe mejor en una posición relativa con respecto a otro. En la actualidad, el confinamiento internacional motivado por una severa pandemia ha sido percibido y vivido de manera traumática para la mayoría de las personas y nos situaba ante un enemigo invisible. Esta catástrofe y nuestro enemigo es de distinta naturaleza a una guerra mundial. Detectar al enemigo, su naturaleza y su ubicación es urgente para combatirlo.
En la Segunda Guerra Mundial el enemigo estaba claro, así como sus efectos perniciosos. Hoy el enemigo no es tangible. Afrontamos los efectos de la tecnología sin percibir que en muchos casos acabará con nuestros empleos; encaramos las adversidades de un virus debiendo convivir con nuestro “Yo”, ese gran desconocido; desaparece el dinero físico y comienza una interconexión digital que suple a las antiguas conexiones fraternales. Creo que todo esto se entiende mejor hablando de historias reales paralelas.
«Cada generación tiene su gran crisis y todas ellas tienen distintas características»
Tal como nos cuenta, utiliza acontecimientos del pasado para contextualizar la realidad actual. ¿Le ayuda a plasmar lo que quiere contar?
Absolutamente. En primer lugar, hablar de una familia hace que se perciba la conexión secuencial lógica de acontecimientos. En la novela, los abuelos formaron parte de los “niños lobo” resultantes de la guerra. Han sido la
primera generación de muchas empresas que han dado trabajo a muchos de nuestros coetáneos. Esto aporta la perspectiva ideal para analizar una realidad. Cada generación tiene su gran crisis y todas ellas tienen distintas
características. Hay que permanecer atento a todo aquello que puede provocar cambios y tratar de identificar los frentes, la artillería actual y las consecuencias que esta posguerra dejará. De estos profundos cambios han hablado ilustres escritores como Charles Dickens, John Steinbeck, etc.
¿Cómo es el viaje que debe emprender el protagonista?
La novela narra tres tipos de viaje. El primero es físico, geográfico, porque los personajes se mueven por ciudades europeas y del mediterráneo. El protagonista afronta un viaje inesperado mientras intenta escapar de una realidad para la que no estaba maduro.
Cuenta un viaje en el tiempo, dado que la historia avanza a base de puntadas a un lado y al otro del umbral del siglo. Y en esas puntadas se va tejiendo un remiendo creativo que cierra el desgarrón del pantalón. La clave de la historia es cómo se remata el pespunte para evitar un cierre en falso, así como obtener las lecturas adecuadas de nuestros cambios como sociedad. Y nos habla de un tercer viaje, el interior. Eduardo experimenta un proceso mediante el cual alcanza un estado que es el que le empuja a tomar determinadas decisiones y a ver la vida desde la “roca del río” adecuada.
La novela trata distintos temas como el mundo empresarial, la tecnología, y hasta la jardinería. ¿Qué relación tienen entre ellos?
La vida en general está ordenada de manera biológica. Nuestro lenguaje e stá cuajado de expresiones relacionadas conel mundo vegetal. Expresiones como crecer, prender (emprendimiento), brotar, frutos, fértil, florecer, etc…. El mund empresarial nos habla constantemente del florecimiento del comercio, los frutos de las inversiones; el tecnológico nos cuenta como fluye la información por capilaridad, como hacer minería en busca de yacimientos y un largo etcétera.
Sin embargo, he querido que la esencia de esta historia quede condensada en una semilla, la cuarta de las que un hombre sencillo y noble entrega a unos niños “lobo” como única manera posible de ayudarles. Así comienza esta historia y a ese momento es al que me gustaría que el lector volviera una vez acabada su lectura.
Habla de la utilización de nuevas tecnologías como las criptomonedas en algo tan tradicional como es la agricultura. ¿Cree que ese es el futuro de ese sector?
Nos encontramos en un momento fascinantemente peligroso. No pretendo caer en el mesianismo, pero sí intuyo que la humanidad no sabe bien dónde se dirige. Cada día surgen nuevos hallazgos impensables hace unas semanas y de estos descubrimientos se derivan nuevas aplicaciones que el hallazgo inicial no pretendía. No soy ningún experto en tecnología, pero sí he realizado una investigación durante años y me doy cuenta de que la tecnología blockchain, unida a otros hallazgos, están revolucionando la humanidad. La sociedad convencional sigue con su discurso, en el que
aparenta un desarrollo medianamente normal de las cosas. Sin embargo, muchas de las víctimas de esta sociedad han desarrollado tecnologías capaces de tamizar el mundo con sus propuestas.
En el mundo de la agricultura en concreto, ya existen iniciativas globales capaces de sostener toda la cadena de valor y obtener no solo grandes benéficos económicos, sino sociales. Ya es compatible ganar dinero y desarrollar el planeta de manera solidaria y responsable. Y esta posibilidad se abrirá paso a pesar de no ser demasiado bienvenida.
«Muchas de las víctimas de esta sociedad han desarrollado tecnologías capaces de tamizar el mundo con sus propuestas».
Para terminar, ¿qué hay de autobiográfico en la novela?
En primer lugar, todo escritor plasma experiencias propias, emociones y sensaciones experimentadas en primera persona o sentidas al ser contadas por otros. Todas ellas son alojadas en una especie de “talega” emocional a la que acude para plasmar lo que quiere contar. Desde ese punto de vista uno escribe de manera autobiográfica siempre. En este caso he de decir que por motivos de mi trabajo (asesor financiero) durante décadas he ido acompañando a personas y empresas de muchos ámbitos y puedo deducir cuálesson sus emociones y sentimientos. He vivido cambios en el sistema monetario, grandes crisis empresariales y financieras y todas las consecuencias sociales que ello conlleva. Además, soy coach personal y ejecutivo certificado y he podido acompañar a mucha gente en sus procesos
personales y corporativos.
He cubierto para mi blog eventos mundiales empresariales y entrevistado a gurús mundiales de la superación personal. Este historial no es ni bueno ni malo, sino un lugar desde el que contar la realidad que percibo y la manera en que la siento. La historia nos cuenta que la mejor manera de hablar de una realidad es a través de las historias. Eso mismo representa la escenificación de la entrega de las cuatro semillas a aquellos niños.