Naura, de Gonzalo Montes Amayo
Una novela irónica sobre las afecciones del hombre moderno
Sinopsis
Alejandro, un ejecutivo de un Fondo de Inversión, recibe una llamada inesperada que le invita a una fiesta de disfraces. Alejandro se presenta disfrazado de drugo para reencontrarse con sus amigos de la infancia y rememorar, junto a ellos, la juventud perdida. A medida que la noche avanza, el efecto desinhibidor del alcohol y las drogas ayudan a que el protagonista se nos presente como un espíritu enjaulado que ha convertido su vida en un viaje de ida y vuelta entre un pasado indecoroso y un futuro incierto.
El protagonista, a través de trece capítulos, con trece amigos y la noche como telón de fondo, se erige como una figura resonante de nuestro momento en el mundo.
La obra trata cuestiones tan actuales como la pérdida de los valores de la sociedad contemporánea o la zozobra del hombre moderno, y ahonda en las contradicciones de un sistema financiero que nos ha permitido alcanzar unas altas cotas de bienestar, pero que nos arrastra a vivir como norias que giran a través de un único eje y, al mismo tiempo, nos hace dudar sobre la existencia del verdadero e individual libre albedrío.
«Una reflexión sincera sobre las contradicciones de la sociedad actual»
«La autopsia de una época. Una voz sin silenciador»
Ricardo Menéndez Salmón
Prólogo de Ricardo Menéndez Salmón
Formato: tapa dura
Tamaño: 15.24 x 1.93 x 22.86 cm
Núm. de pág.: 250
PVP: 17,99 €
ISBN: 978-8419237668
El autor
Gonzalo Montes Amayo nació en 1973, año de la primera crisis del petróleo, presagio de su futura profesión como asesor de compañías con problemas financieros. Compagina esta actividad con la docencia; es profesor de universidad y distintos másteres, y la literatura, que cayó en su poza a los once años con su primer premio literario por el relato «Las cosas se revolucionan», pasión de la que todavía continúa tragando su agua.
Es miembro honorífico de la generación X, club que se distingue por la indudable capacidad que tienen sus miembros para adaptarse a los nuevos retos de la sociedad, pero también por la ausencia de un sueño colectivo que les permita avanzar en una misma quimérica dirección.