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Descubre la entrevista a José Luis Tomás – Escritor

Descubre la entrevista a José Luis Tomás – Escritor

 

 

Hoy entrevistó al escritor José Luis Tomás, escritor del libro Vendrá la muerte y tendrá tu rostro

 

Biografía

 

 

José Luis Tomás Porta nació en la ciudad mediterránea de Valencia y allí se licenció en las carreras de Historia del Arte y Humanidades.

Ha colaborado en diferentes proyectos literarios, entre ellos el grupo de literatura pulp La Fábrica de Basura y en la revista, de igual temática, Delirio. Editó la revista electrónica de literatura Desletras y el periódico digital El Imposible. Ha publicado los libros de relatos Cuentos para Sara y otras princesas y Entrepuertas y escaleras, además del poemario Poemas para la mujer de negro.

Es autor y editor del blog literario Mi nombre sin nombre, donde publica relatos relacionados con el universo de los personajes de esta novela y diferentes anotaciones sobre su elaboración.

Puedes ver su web en el siguiente enlace

Entrevista a José Luis Tomás

1. ¿Podrías decirnos qué significa el término literatura para ti?

Como término, la palabra literatura ya está definida en diccionarios y compendios, así que para mí, más que significar algo determinado, esta palabra es la evocación de un espacio donde me encuentro confortable, el espacio de la lectura, de mis lecturas, y, también, el espacio de mi escribir.

2. ¿Qué historias le interesa escribir a un escritor?

Yo no sé muy bien cuál es el mecanismo que me lleva a escribir una historia determinada y no otra. Nunca planeo lo que voy a escribir: de repente una idea empieza a rebotar en mi cabeza, al principio de forma imperceptible, pero poco a poco se va reiterando y engordando hasta convertirse en algo que sé que tengo que escribir, pero que ya no recuerdo muy bien de dónde ha salido y por qué.

Sí es cierto que, si repaso las historias que he escrito, todas tienen una especie de nexo común, como una línea invisible que va formando una figura, un dibujo de esos que se forman al unir diferentes puntos. Cuando veo ese dibujo me doy cuenta de que en mis historias siempre hay una sensación de extrañamiento, a veces un tanto surreal, de búsqueda de algo interior de los personajes. Creo, que esas son las historias que siempre me ha interesado escribir: historias que reflejen lo de dentro hablando de lo de fuera.

3. Para ti, ¿Cómo se escribe un libro?

Creo que cada historia tiene su forma propia de escribirse. También cada formato. Yo, por ejemplo, escribo los relatos a partir de una frase que se me ocurre, o de algo que me sucede en un momento: el retazo de una conversación, un cruce de miradas o cualquier suceso que de alguna forma llama mi atención. A partir de esto suelo escribir el relato de un tirón, sin ningún tipo de planteamiento ni esquema previo. Cuando creo que la historia está agotada, la repaso y corrijo. La mayoría de las veces no sufre apenas cambios.

En relatos largos o en novela, la cosa es completamente diferente. Puedo pasar meses pensando en la historia sin escribir nada. Cuando me aparece una idea que creo que puedo utilizar la apunto en mi libreta Moleskine y luego la paso a una app donde voy clasificando todas las ideas en notas.

Poco a poco la historia y los personajes van tomando cuerpo. Comienzo a hacer fichas y esquemas. Voy planificando cada capítulo, cada escena y cada giro del argumento. Hago mapas mentales con las diferentes acciones y reacciones de los personajes, los posibles escenarios y los objetos que pueden cobrar significado en la historia. Al mismo tiempo comienzo a acumular documentación sobre la que sostener el argumento.

Finalizado este periodo de acumulo, comienzo a escribir las escenas. No necesariamente las escribo linealmente ni en un orden determinado. Simplemente las voy encajando según el guion previsto. Pero este guion no es definitivo, tanto lo que voy escribiendo como la estructura que he prediseñado van cambiando.

Cuando considero que ya he escrito toda la historia, comienza la fase más dolorosa: la revisión y corrección. Aquí me voy desprendiendo de todo aquello que considero que no encaja en la historia e intento darle a todo un tono uniforme. Nunca estoy seguro de si lo que quito es lo que tengo que quitar o sería mejor dejarlo. Es un sufrimiento. J

Dicen que hay escritores de brújula y escritores de plano, yo creo que soy un escritor de plano con brújula.

4. ¿Estás a favor de las adaptaciones literarias?    

Yo pienso que cualquier cosa que surja de la creatividad de alguien, sea en el formato que sea, es, en principio, aceptable. Si hablamos de las adaptaciones cinematográficas de obras literarias, creo que hay que tener muy claro que, aunque pretendan contar la misma historia, son dos vehículos tan diferentes que no se pueden comparar, ni valorar a uno como mejor que otro.

5. ¿Cómo describirías a tus lectores?

Creo que es imposible describir a un lector porque sería como convertirlo en lectura.

6. ¿Cómo recuerdas tu primera presentación?

A veces pienso que las presentaciones son como esas bodas a las que te invitan y no te queda más remedio que acudir. No hay nada mejor como conocer un libro porque algún amigo te habla de él, te cuenta un poco de qué va la historia y a ti te entran unas ganas tremendas de leerlo. Para mí eso es una buena presentación; lo demás son actos socio-comerciales que tienen poco que ver con la escritura o la lectura.

7. ¿En qué momento dijiste quiero ser escritor?  

En ningún momento he dicho que quería ser escritor, entre otras cosas porque nunca he sabido muy bien qué puede ser eso que llaman ser escritor.

8. ¿Qué se siente al ver tu libro a la venta?

Una sensación de extrañamiento parecida a la que reflejo en mis relatos. Hay una distancia tan grande entre el momento en que terminas de escribir una historia en la soledad de tu despacho y ese otro momento en que aquella historia está encuadernada en un montón de páginas, en un objeto que la gente adquiere y lee e interpreta según su propio entender. Lo más extraordinario de que lean algo que tú has escrito es cuando puedes intercambiar impresiones de la historia con ese lector. Te das cuenta, entonces, de que el lector es el dueño absoluto de la obra, que, de alguna manera, ha ido construyendo su propia historia al leerla.

9. ¿Para qué público es más fácil escribir?

Algunos escritores se hacen perfiles de la gente a la que va dirigida su obra y la escriben cumpliendo los requisitos que piensan que se deben cumplir para que tenga buena acogida entre este segmento de público. Realmente no sé si hay algún público más fácil que otro. Cuando escribo solo intento escribir algo que a mí me gustara leer.

Vendrá la muerte y tendrá tu rostro

10. ¿La mayor critica de un escritor quién es?

Si el que escribe pretende que su obra sea coherente con lo que él quería expresar, debe ser su más estricto crítico. Pero ser crítico de uno mismo no siempre es demasiado fácil, así que está muy bien ayudarse para ello de un lector cero eficiente y de confianza.

11. ¿Con que te quedas: formato de papel libro o versión digital?

Podríamos decir que los dos formatos son válidos: lo que importa es lo que lees. Pero también podríamos matizar que la forma cómo lo lees también condiciona lo que lees. Nunca habrá nada igual como estrenar un libro, abrirlo y olerlo. Tampoco es lo mismo leer en un lector electrónico de forma secuencial, sin poder abarcar la totalidad del texto a manejar un ejemplar entre tus dedos, volver tres páginas atrás o poder subrayar un pasaje para volver a él más tarde.

12. ¿El mayor reconocimiento de un escritor cuál es?

Realmente no sé cuál puede ser ese mayor reconocimiento, pero las veces que he sentido una conexión entre lo que yo he escrito y lo que ha leído algún  lector para mí ha sido muy gratificante.

13. ¿A qué escritores admiras?

Cualquier persona que es capaz de controlar su propio ritmo de vida al ponerse a escribir, para mí es admirable. De los autores que he leído puedo citar en estos momentos a Cortázar, Roberto Bolaño, Paul Auster, Raymond Carver, Murakami, Juan José Millás, Marguerite Yourcenar… Y algunos más que ahora no me vienen.

14. ¿Con qué personaje literario te sentarías a tomar una taza de café y por qué?

Con cualquiera de ellos, tanto de los que he escrito yo como de los que he leído. Por citarte alguno: Raskolnikov, de Crimen y Castigo; Julián Sorel, de Rojo y Negro; por supuesto, Horacio Oliveira, de Rayuela y Meursault, de El Extranjero.

15. Si pudieses encerrar a algún personaje en el manicomio, ¿elegirías a alguien?

Nunca encerraría a nadie en un manicomio, ni siquiera a un personaje loco.

16. Si pudieras ser el protagonista de un libro, ¿de qué libro te gustaría ser?

De alguno que hubiera escrito yo. 🙂

17. Si pudieras darle un consejo a un escritor que empieza, ¿cuál sería?

Que no confunda el hecho de escribir con eso que la gente llama ser escritor.

18. Para los que no te conocen, háblanos de tu último libro.

Vendrá la muerte y tendrá tu rostro es una novela que he escrito con piel de thriller y alma de novela existencialista.

Por una parte se trata de esclarecer la muerte en extrañas circunstancias de la pintora Sara Romero Vázquez. Al ver su rostro sin vida, el periodista de sucesos Gonzalo Quesada decide reescribir su vida tal y cómo ella hubiera deseado que transcurriera. Al investigar la vida y muerte de la pintora cerca de sus amigos y familiares, descubre que esta había tenido una existencia muy dura y sórdida, en un ambiente de corrupción y drogadicción. Junto a su amigo el subinspector Ramos y Alejandro, un antiguo amor de juventud de la pintora, buscan el paradero de un cuadro que parece esconder las claves para desenmascarar a una organización de blanqueo de capitales y corrupción urbanística.

Por la otra parte, va emergiendo la personalidad de la pintora fallecida a través de los testimonios de sus allegados y las pinturas que realizó. Poco a poco vamos descubriendo los porqués de esa vida rota, de su necesidad de pintar lo invisible o su incapacidad para abandonar el recuerdo de un amor de juventud.

Este segundo nivel también es una búsqueda y, a la vez, una pérdida. Todos los personajes tienen algo perdido, algo irrecuperable que, paradójicamente solo podrán recuperar en el momento de no necesitarlo.

Esta búsqueda, este intento de hacer coincidir lo que deseamos con la “realidad” del objeto (de la persona) deseada está condenado siempre al fracaso porque aquello que deseamos en el objeto de ese deseo tiene más de proyección de nosotros mismos sobre lo deseado que cualidades propias del objeto.

La trama concluye en un lugar que actúa como aglutinante de todos esos deseos perdidos: la ciudad de Praga, utilizada como un escenario más onírico que real, más cerca de aquellas ensoñaciones que no se pudieron cumplir que de los hechos que podríamos calificar de “reales”.

Yo creo que se trata de un final a la vez optimista (el personaje principal, Gonzalo, alcanza un saber esencial, algo que consigue concordar el deseo y el objeto), e inquientante: no podemos estar seguros de si la historia que nos acaban de narrar pertenece al mundo de los hechos o de los sueños.

Entrevista realizada con la colaboración de @vicentevelert

Bueno, pues aquí concluye la entrevista,  muchas gracias  José Luis Tomás  por colaborar con “Munduky

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