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Entrevista a Rafaela Lorca, autora de “La tita”

Entrevista a Rafaela Lorca, autora de “La tita”
Entrevista a Rafela Lorca, autora de “La tita”

Entrevista a Rafaela Lorca, autora de “La tita”

¿Cuánto tiene la novela ‘La tita’ de autobiográfica?

La novela tiene un alto componente autobiográfico mezclado con ficción para organizar las escenas que conforman la trama.

¿Los detalles costumbristas parten totalmente de su memoria o ha tenido que documentarse?


He necesitado documentar mis propios recuerdos. En mi mente estaba, por
ejemplo, la lata de miel de la tienda de ultramarinos con la imagen de los niños pero tuve que buscar el nombre de la marca que comercializaba en aquel tiempo ese producto. En otros casos, recordaba la marca de café pero necesité buscar imágenes para describir el diseño del envase.
Principalmente, he tenido muy presente las fechas en que sucedían los
acontecimientos históricos a los que se hace referencia a lo largo de la
narración.

¿Qué tiene el personaje de Jimena de Rafaela Lorca y qué es diferente?

El personaje de Jimena es Rafaela en todo lo concerniente a su relación con la tita. El vínculo entre ambas tiene autenticidad por tratarse de una vivencia real, ya existente, que solo necesitaba ser expresada.
Existen otros aspectos personales que no se consideraban necesarios para
contextualizar a la tita y no quedan expuestos en la novela. Quizá lo diferente se encuentre en las facetas de Jimena que no se explicitan en la obra, una distancia establecida entre el personaje de ficción y la autora

¿Cómo definiría usted su propia infancia?

Sin duda, la definiría como una infancia feliz. De niña me daba igual vivir en la Dictadura franquista o en un pueblo con las calles sin asfaltar. Creo que sentirse querida por la familia era el mejor paraguas protector que una niña o niño pueda tener para desarrollarse como persona. No deseaba poseer nada más “porque a mi parecer lo tenía todo”.

¿Ha recibido críticas o comentarios de personas con una historia similar?

Comentarios de personas con historias similares no han llegado aún. Es cierto que durante el proceso de escritura pensaba con mucha frecuencia en familias con casos parecidos y a los que, sin conocer, ya me sentía vinculada.
También creí que esta historia solo tocaría el alma de lectores cercanos a
personas con discapacidad intelectual que proyectaran sus vivencias en las páginas del libro y, sin embargo, estoy comprobando que cualquier persona
con sensibilidad y empatía se emociona con esta historia sin tener relación
alguna con seres como la tita.

¿A quién recomendaría la lectura de ‘La tita’?

La recomendaría a cualquier persona que desee navegar en los recuerdos de una época pasada, que pudo vivir, a partir de los años sesenta del pasado siglo porque encontrará un recreo para los sentidos. También para quienes, siendo más jóvenes, sientan curiosidad por conocer cómo se vivía en la España de entonces y quieran adentrarse en las costumbres y los cambios sociales que se iban sucediendo porque la novela ofrece como escenario un pueblo andaluz y el desenvolvimiento de sus gentes.


Y ante todo, recomendaría “La tita” para todo aquel que no haya tenido la
suerte de conocer de cerca a personas con capacidades diferentes, que
interpretan el mundo con reglas básicas pero firmes; que dificultan la vida
familiar pero, a la vez, aportan la generosidad más limpia y con su amor nos abren la óptica con la que miramos al mundo.

¿Cuál es el mensaje principal de su libro?

Encontrar la belleza interior de los seres marginados por su condición
intelectual.

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