José Ángel Ríos: “He consumido desde siempre este tipo de historias y esta es mi forma de devolverlas al mundo”

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Entrevista al autor de ‘El pez globo’, una novela sobre el narcotráfico, la ambición y las tramas de poder.

El pez globo está ambientada en Sevilla en la Expo 92. ¿Qué fue primero, la idea de escribir una historia que tuviera lugar en esta ciudad o la inspiración del marco temporal?

Escribir una historia ambientada en Sevilla era una obsesión que creció en mí años antes de plantear 'El pez globo'. Tenía el dónde, pero le di bastantes vueltas al cuándo. El escenario temporal se me ocurrió luego, pues la Expo del 92 es un contexto muy rico narrativamente, sobre todo para que una historia de mafiosos prospere.

¿Esta historia podría haber funcionado en otro momento histórico?

Esta novela no se podía explicar en otra época; el lugar y el tiempo de acción siempre deben adaptarse a las necesidades de la historia, no al revés. Alberto Rodríguez lo clavó en 'Grupo 7' más en el ámbito del menudeo y 'El pez globo' se centra en el narcotráfico de cocaína a gran escala.

¿Qué es lo que más atrapa tu atención del mundo del narcotráfico y las mafias?

Plasma la esencia del ser humano y de la vida: todo puede cambiar en el tiempo que lleva chasquear los dedos, y los buenos y los malos cambian según el punto de vista. He consumido desde siempre este tipo de historias en películas, series y videojuegos; y esta es mi forma de devolverlas al mundo. Además, la historia de la humanidad es la historia de sus crímenes: se puede conocer mucho de una sociedad fijándonos en sus antecedentes penales. Es nuestra condición más humana y miserable, donde se ve al ser humano en todo su esplendor. Ese planteamiento me parece muy atractivo.

Si pudieras escribir un libro con cualquier otro escritor, ¿a quién escogerías?

Podría escoger a muchos, lo malo es que la mayoría están muertos. Ya en serio: para mí escribir es un trabajo individual, una forma de desahogo personal. Cada escritor tiene sus manías, estilos y reglas; yo particularmente soy muy quisquilloso a la hora de autoexigirme un planning y no podría imponerle eso a nadie. La novela es un acto de evocación, es un texto donde se plasma el pensamiento de los personajes y la forma que tiene el autor de ver el mundo. No como un guión, que es un formato más técnico donde el personaje se define por la acción y, digamos, el texto se cierra sobre él mismo; de ahí que sea normal que el guión sí lo escriban entre varios. A mí me costaría hacer lo mismo con una novela, soy más individualista en ese sentido.

¿Tienes alguna manía a la hora de escribir? ¿Algo que no pueda faltarte?

Digamos que soy más un escritor de mapa que de brújula. Me cuesta escribir sin saber dónde voy a llegar. De hecho, la novela en la que estoy trabajando ahora mismo se está cociendo a fuego lento porque quiero encontrar la forma de cerrar varias tramas de forma redonda. Hay otros compañeros que se lanzan a la aventura y llegan a sitios muy interesantes, pero yo siento vértigo cuando no llevo un buen mapa encima. Por supuesto, cuando te sientas, los personajes suceden por sí solos y los diálogos fluyen de forma orgánica. Esa es la única brújula de la que me fío: la que dictan los personajes. Cuando sabes cómo tiene que acabar el capítulo, llegas automáticamente a ese punto, aunque por el camino nunca se sabe qué te deparará la ruta. O al menos, ese es mi caso.