La Sala Villanos abre sus puertas postulándose como nuevo epicentro de la vida cultural y musical
Ubicada en lo que fue la Sala Caracol, se presenta como un selecto espacio dedicado a la música, con predilección por estilos como el jazz, flamenco, soul, funk o afro; de la raíz a las nuevas tendencias.
La tradición, la frescura y la singularidad se dan la mano en la apertura de la nueva Sala Villanos. En tiempos de uniformidad y de fast food musical servido en mastodónticas citas al por mayor, nada hay más estimulante que reivindicar el derecho a la diferencia y el cuidado de las propuestas artísticas artesanales, genuinas, auténticas en el más amplio sentido de la palabra.
El placer del descubrimiento, pero también la confirmación de discursos musicales de un prestigio más que consolidado. Situada en lo que durante los últimos 31 años ha sido la histórica Sala Caracol (por la que pasaron Lola Flores, Chavela Vargas o Cesária Évora, entre muchísimos otros artistas), en el céntrico barrio de Embajadores de Madrid, la Sala Villanos se postula como nuevo epicentro de la vida cultural en la capital gracias a una oferta musical ecléctica y exquisita, en la que el jazz, el soul, el r’n’b, el flamenco, el blues, el funk o el afro, en sus vertientes más vanguardistas y aventuradas, se darán cita en una sala con evidentes mejoras en sus accesos, en sus servicios y en todas sus prestaciones.
Villanos es un espacio concebido para disfrutar íntegramente de la buena música, de manos de fórmulas emergentes y consolidadas, de jóvenes promesas y también de leyendas más que acreditadas del panorama internacional y estatal, con una programación regida por personas a las que de verdad les gusta la música. Hecha por melómanos y para melómanos, pero siempre como una ventana abierta al público más inquieto. Sin sectarismos. Con clase y elegancia. Con respeto y estima por el arte. Y todo acompañado de una singular oferta gastronómica, para que la experiencia sea completa.
La Sala Villanos cuenta con el respaldo de Cervezas Alhambra como patrocinador principal; a sus responsables les acredita su dilatada experiencia en el sector (Noches del Botánico, Sala Clamores del 2015 al 2020, Villanos del Jazz, Tempo Audiophile Club, Café Berlín o Food Idea Lab) y, sobre todo, su desbordante pasión por las (buenas) músicas del mundo y la cultura abierta y genuina.