Entrevista a Teo Soler, autora de ‘Ana Clara teje su destino’
‘Ana Clara teje su destino. Parte I: El juego que apaga la voz’ es el libro que Teo Soler escribió en conjunto con Iván Roche y Katy Bertrand para contar su historia de sufrimiento, machismo y lucha por salir adelante.
¿Cuál es el mensaje principal de la parte 1 de ‘Ana Clara teje su destino’?
Que no hay que callarse.
Esta novela cuenta tu vida con algunos toques de ficción. ¿Cómo ha tomado tu entorno esta publicación?
Hubo un 50 por ciento de personas que me apoyaron y otro 50 por ciento que no. Los primeros me hicieron llorar muchísimo ya que dijeron que estaban orgullosos de mí. Mis amigos me conocen tal cual y conocen mi trayectoria, de hecho mi mejor amigo es de mi pueblo y nadie me conoce tanto cómo él, quien fue el que más me motivó a seguir adelante. El otro 50 por ciento me hizo preguntas como: “¿y no tienes vergüenza de que
se sepa quién te ha tocado de pequeña?” o “¿no has pensado en tu hijo?”.
También he recibido comentarios como “ningún hombre querrá estar contigo después de esto”. Pero siempre he dicho que hasta en el peor momento de tu vida puedes aprender algo y lo que aprendí de esto es que no nací para complacer a nadie, ni buscar la aceptación de nadie.
Cuando ya no esperas nada de nadie, eres auténtica, tú misma, en tu esencia de ser alocada, alegre, a veces depresiva, a veces cansada y otras no tanto. Ahí es donde entiendo que una ha llegado a la cima de su felicidad.
Eres feliz cuando das con el corazón y no esperas nada a cambio, por lo que me sirve ese 50 por ciento que ha apoyado y me hubiera servido aún si eran menos.
Has trabajado el libro con otros dos autores (Iván Roche y Katy Bertrand), ¿Cuál ha sido el aporte de cada uno?
El libro está divido en tres partes, nadie aportó menos ni nadie aportó más. Si es verdad que la historia es mía, de las mujeres de mi familia y de mi país, pero no hubiera tenido tanta chispa, tanta vida o tantas emociones cargadas si no hubiera sido por los guiones y la fe de ambos metidos en este proyecto durante 9 meses. Yo escribía 10, 15 o 20 páginas por noches después del trabajo y al día siguiente Iván iba dándole forma y poniendo los
hilos de ficción.
Después venía Katy y le daba ese toque de sabor y color que le faltaba a todo el trabajo hecho hasta el momento. Luego nos conectábamos y cada uno iba pintando arcoíris por todas las páginas y poniendo su pedacito de cielo, dolor, fe y esperanza.
El libro narra las dificultades y violencias que has atravesado pero también muestra tu lucha y determinación para salir de ellas. ¿Qué factores te han ayudado a tener esa fortaleza?
Desde que tengo uso de memoria mi madre siempre nombraba a mi abuela y en las noches de velas, por falta de luz eléctrica que no llegaba hasta nuestro hogar, nos contaba cómo era ella y cómo se superaba a sí misma aún estando en su lecho de muerte.
Yo siempre quise ser cómo ella.
Observé a mi madre y a otras mujeres que fui conociendo con el paso del tiempo y vi cómo cada mujer afrontaba problemas similares pero de diferentes maneras. Mi fortaleza tomó un pedacito de cada una de ellas, habiendo aprendido con y de las mejores formas de afrontar los peores momentos.
¿Por qué crees que es importante contar historias como la tuya?
Por aquellas que han sido silenciadas y por y para aquellas que ojalá no se les calle nunca.
¿Qué sueño tienes respecto a este libro y a tu experiencia como autora?
Esta es la gran pregunta en cuestión, muy difícil, casi te diría que me va a resultar muy complicado responder sin caer en la arrogancia porque me gustaría que cuando un lector termine de leer nuestras páginas se cuestionen lo siguiente: ¿Qué puedo hacer para evitar que esto que acabo de leer se repita?, ¿por qué sigo asintiendo callada este maltrato
psicológico y físico?
Seré feliz si el libro empuja a los lectores a dar un paso adelante, a rebelarse contra la costumbre podrida, contra el pene dominador que flaquea de flacidez ante la mirada de frente de una mujer plena de derechos y con ilusiones por afrontar la vida de manera diferente. Si soy capaz de que al menos una persona llegue a pensar así, te aseguro que
habrá merecido la pena.
La experiencia como autora es increíble, crecí mucho cómo persona y cómo mujer ya que en todo momento además de Iván y Katy hubo alguien que estuvo a mi lado leyendo y releyendo las páginas una y otra vez y haciéndome sentir que mí historia valía la pena.
Fue la mejor terapia de autoestima que he recibido en mí vida.
